Uno de los temas que ha cobrado bastante fuerza en la discusión pública es el cambio de constitución. Los pro y contra normalmente se han centrado en el título de Régimen Económico. En lo personal, creo que el principal problema del país es el tema de nuestras autoridades. En este post quiero comentar el problema que considero número 1: La división política del país.
Si algo ha demostrado la pandemia, es que a nivel municipal (distrital y provincial) la capacidad de respuesta a los diversos problemas de la pandemia han brillado por su ausencia. Desde mi punto de vista, ese es un reflejo de cómo se gestiona la cosa pública a nivel descentralizado. Puede que sea injusto con muchos municipios, pero son 1855 !!!!: 1659 distritales y 196 provinciales. Eso involucra 1855 burocracias: Imaginen toda la parte administrativa multiplicada por ese número. Además, si tenemos en cuenta que las municipalidades distritales son las que deberían velar por las necesidades inmediatas del ciudadano: supervisión de postas médicas, seguridad (actualmente hay 1455 comisarías, no hay una relación directa con la cantidad de distritos, que deberían tener al menos 1) limpieza, vías, áreas de recreación, eventos culturales, etc., y los gobiernos regionales por los temas de infraestructura y economía regional. ¿A qué se dedican las municipalidades provinciales? En el art. 194 de la constitución, las funciones de los municipios distritales y provinciales se encuentran juntas. ¿No será que las municipalidades provinciales nos están sobrando?. Tenemos el caso excepcional de la municipalidad provincial de Lima que a la vez es municipalidad distrital y gobierno regional. Con la eliminación de las provincias (también desaparecería la del Callao - hace tiempo que Lima y Callao es una única metrópoli) tendríamos un gobierno regional de Lima y Callao, y la creación de un municipio del cercado. Nota al Pie: Además, de pasada hay que eliminar la Región Lima (provincias) permitiendo que las regionales cercanas tomen los distritos adyacentes: Por ejemplo, Cañete tiene más relación con Ica que con Barranca que está al otro lado del mapa.
Por otra parte, tenemos distritos de más de 1 millón de habitantes (San Juan de Lurigancho - Lima) y otros que no llegan a mil (la provincia de Huarochirí - Lima tiene 50 mil habitantes y 32 distritos de los cuales 19!!!, según las proyecciones del censo de INEI, tienen menos de mil habitantes). Debemos crear unidades mínimas y máximas de gobiernos distritales que aseguren suficientes rentas, capacidad de gestión (gran tamaño) y capacidad de atención al ciudadano (tamaño pequeño). Si tomamos como base unidades de 50000 habitantes, el Perú tendría 620 distritos (notan la diferencia con los 1855) de tamaño razonable. Estas nuevas unidades, que para no confundir las llamaría “COMUNAS” permitirían además tener una mejor representación en el consejo regional: 1 representante por comuna adscrito a la misma (en caso de regionales con solo 3 COMUNAS - Madre de Dios por ejemplo, tendrían 3 por COMUNA, de tal manera de que el número mínimo sea de 9). Las COMUNAS deberían desdoblarse al alcanzar un número crítico, por ejemplo de 100 mil, Constitucionalmente, se establecería que se partirían en dos a través de criterios objetivos. No más creación de distritos on-demand que nos ha llevado a la situación descrita.
Por último, a nivel de COMUNAS, reformularía la elección de concejales, haciéndola por sorteo. Si ya difícilmente se conoce a los que postulan como alcaldes, darle una mayoría de facto en el concejo suena más riesgoso que una elección por sorteo. Para ello, se deberían inscribir previamente aquellos ciudadanos que quieran participar en el concejo de su jurisdicción, y, entre ellos, con criterios de distribución uniforme de edad y sexo, se elegiría 18 miembros (Actualmente, para distritos de 50 a 100 mil habitantes son 9, podemos duplicar el número dado que hemos reducdo a un 1/3 la cantidad de distritos a COMUNAS). ¿Qué mejor que un conjunto representativo de ciudadanos comprometidos para velar por el bienestar de su COMUNA?
